El cincuentenario

El año 1998 fue sin duda todo un hito en la vida de la cofradía, pues unas bodas de oro no se cumplen todos los días. La Junta de Gobierno esperaba el momento deseando dar un salto hacia adelante que redundara en la práctica totalidad de las secciones.

El Guión fue enriquecido con un fleco dorado y cordón del mismo material.
Las galas de tambores y cornetas fueron sustituidas por las actuales en terciopelo rojo.
A los cetrillos de orden se les sustituyó la cruz por el emblema de la cofradía.
Se confeccionaron 120 hachones de adultos.
Se adquirieron 4 faroles de acompañamiento en bronce.
El escudo emblema fue retocado y modernizado.
Se cambiaron los reposteros de las ventanas de la plazoleta.
Al Hermano Mayor se le incorporó capa y anillo.
La peana fue restaurada y dorada, se iluminó con halógenos y se dotó de una ligera estructura cubierta en terciopelo donde van atornillados sendos varales de abeto siberiano.

 


En una de sus visitas a Roma, el obispo D. Antonio Algora nos trajo un pergamino con la Bendición Apostólica de Su Santidad, que fue escaneada y con la que se felicitó el año a todos los cofrades.
La Peña La Unión, distinguió a la Cofradía con el premio Batallador en su categoría local, en reconocimiento de los méritos contraídos.
Muy destacable resulta que todo el esfuerzo realizado y todo el sacrificio en aras de un Viernes Santo acorde con el cincuentenario, se vio frustrado al no poder salir la procesión a causa de una copiosa nevada.
Intentamos y logramos llegar hasta la Parroquia para unirnos a la procesión general, pero en vista de como se tornaba la tarde, se decidió suspender la procesión teniendo que volver de nuevo a las Monjas con el desconsuelo general.
La fiesta del cincuentenario tuvo lugar en una cálida tarde de agosto con una misa concelebrada en la plazoleta del convento por el párroco de la localidad Rvdo. Alejandro Tena, el capellán del convento Rvdo. Feliciano Nuez y el capellán de las Angélicas de Zaragoza Rvdo. Gumersindo Tomas, con la participación de la coral “Ángel Mingote” de Daroca.

 


Una cena de hermandad en los Salones Yoana, puso fin a los actos del Cincuentenario.